En la
caricatura se muestra claramente como la Educación Bancaria, es la transmisión
de información (Verbalización), como dice Paolo Freire; como ella deposita
información reprimiendo el pensamiento de una forma tal que no permite el
espíritu crítico y reflexivo del estudiante. Se trata de vaciar datos,
conocimientos y pensamientos en proceso de repetición sin ningún sentido.
Este tipo de
educación está preparada para que el individuo rinda cuentas sobre resultado de
esos saberes impuestos y así acoplarse a las necesidades de producción, para
ella lo importante no es que piense sino que obtenga habilidades que hasta hoy
a favorecido a la sociedad actual.
Por este
motivo los docentes de hoy debemos realizar cambios a estos esquemas
tradicionales y tratar de lograr que los educandos desarrollen sus pensamientos
y su capacidad de acción, reflexión, para así convertirse en seres
transformadores de la realidad.
“LA
EDUCACIÓN BANCARIA ES INSTRUMENTO DE OPRESIÓN PORQUE PRETENDE TRANSFORMAR LA
MENTALIDAD DEL EDUCANDO Y NO LA SITUACIÓN EN QUE SE ENCUENTRAN”
La imagen es
lo más cercano a la realidad existente en estudiantes sin opinión ni pensamiento,
que deben repetir lo que el maestro dice sin refutarlos, sin problematizar, ni
un debido proceso de interpretación para crear pensamientos nuevos.
Como
docentes estamos llamados a buscar el auto aprendizaje para con ello tener la
capacidad de activar, motivar e impulsar a que el educando sea autónomo no solo
en su aprendizaje, sino en su realidad, formar nuevos republicanos con
probabilidades de cambio poniendo en práctica la educación liberadora, creadora
y activa.
“LA EDUCACIÓN CONDUCTISTA Y SU PROGRAMACIÓN, ESTÁ INMERSA
COMO UNA INGENIERÍA DE COMPORTAMIENTO, AQUÍ EXISTE LA APARENTE PARTICIPACIÓN DE
LOS EDUCANDOS O RECEPTORES PERO EN REALIDAD ES UNA SEUDOPARTICIPACIÓN: LOS
CONTENIDOS Y OBJETOS YA ESTAN DEFINIDOS Y PROGRAMADOS. EL EDUCANDO SOLO
PARTICIPA EJECUTÁNDOLOS”
Psicológicamente procura el desarrollo autónomo de la personalidad del individuo, investiga los mecanismos para poder persuadir, conducir y moldear la conducta de las personas de acuerdo con los objetivos previamente establecidos. La psicología conductista se basa en el estímulo y recompensa. El hábito así definido es una conducta automática, mecánica, no reflexiva, no consciente y por tanto posible de ser condicionada, moldeada, producida por el educador en el poder del estímulo y la recompensa.
En el conductismo: