En UNES trabajamos pedagógicamente para la constitución del estudiante como discente, es decir, se contemplan los saberes que por sus relaciones de vida trae todo hombre o mujer que ingresa a esta universidad y con los cuales emprender un proceso de nueva percepción de la realidad para problematizarla, será frecuente en nuestros discursos la palabra “Discentes” y para ellos hemos de preparas “Docentes transformadores” que eduquen desde y para esta pedagogía.
Constituir nuevas relaciones pedagógicas a nivel universitario, es parte de un proceso de transformación universitaria, proceso necesario y articulado a la transformación de las instituciones del Estado que forman a profesionales de la República. Para ello, se requiere de la estrategia y la táctica docente, de actividades didácticas provocadoras de los educadores y las educadoras, enfocadas a leer-se, develar-se, de-construirse, problematizar-se, construir-para producir conocimiento nuevo. Ello significa que se irá configurando un esfuerzo educativo que permita comprender las contradicciones políticas, económicas, educativas, culturales, jurídicas de la realidad en materia de seguridad ciudadana y con base a ello producir formas de superación a través de la formación de nuevos y nuevas profesionales.
Entendemos que la educación bancaria, está arraigada en nuestras formas de ser, pensar, sentir y por tanto en todo nuestro actuar, viene siendo una práctica común, cotidiana, en todos los niveles de nuestra educación pre-escolar, primaria, secundaria, universitaria. Esta concepción de educación se caracteriza por ejercer mucha fuerza en educadores/as y en estudiantes. Tanta es la fuerza, que ha incidido en nuestras formas de conocer, de soñar, de anhelar; tanta es la incidencia, que tiene que ver con las formas de relacionarnos: basadas en la competencia, en la verticalidad, en la despolitización, en la ingenuidad, en la quietud, en la pasividad, en la punición, en la dominación. De tal manera que a la UNES le toca hoy ejercer mayor fuerza para lograr la concreción de otra forma de relacionar-nos y transformar-nos, asociadas a la inclusión, a la participación, a la producción de conocimientos con, por y para la dignificación de la vida, no violenta.
Constituir nuevas relaciones pedagógicas a nivel universitario, es parte de un proceso de transformación universitaria, proceso necesario y articulado a la transformación de las instituciones del Estado que forman a profesionales de la República. Para ello, se requiere de la estrategia y la táctica docente, de actividades didácticas provocadoras de los educadores y las educadoras, enfocadas a leer-se, develar-se, de-construirse, problematizar-se, construir-para producir conocimiento nuevo. Ello significa que se irá configurando un esfuerzo educativo que permita comprender las contradicciones políticas, económicas, educativas, culturales, jurídicas de la realidad en materia de seguridad ciudadana y con base a ello producir formas de superación a través de la formación de nuevos y nuevas profesionales.
Entendemos que la educación bancaria, está arraigada en nuestras formas de ser, pensar, sentir y por tanto en todo nuestro actuar, viene siendo una práctica común, cotidiana, en todos los niveles de nuestra educación pre-escolar, primaria, secundaria, universitaria. Esta concepción de educación se caracteriza por ejercer mucha fuerza en educadores/as y en estudiantes. Tanta es la fuerza, que ha incidido en nuestras formas de conocer, de soñar, de anhelar; tanta es la incidencia, que tiene que ver con las formas de relacionarnos: basadas en la competencia, en la verticalidad, en la despolitización, en la ingenuidad, en la quietud, en la pasividad, en la punición, en la dominación. De tal manera que a la UNES le toca hoy ejercer mayor fuerza para lograr la concreción de otra forma de relacionar-nos y transformar-nos, asociadas a la inclusión, a la participación, a la producción de conocimientos con, por y para la dignificación de la vida, no violenta.
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